Viernes de calma y naturaleza

Dejamos por un momento de estar pendientes del reloj, de las obligaciones, la inquietud y las preocupaciones de trabajo o familia, del estrés de una vida focalizada en todo lo que todavía tenemos pendiente por hacer y que no nos permite disfrutar de lo que ya hemos alcanzado. Detengámonos en el momento presente, aprendemos a no dejar escapar el ahora, ponemos atención a los pequeños detalles de todo lo que hacemos, observamos el funcionamiento de nuestro cuerpo en movimiento, disfrutamos de la naturaleza que nos rodea cuando nos adentramos en el bosque. 

Ejercitamos nuestra mente y los sentidos para ganar en calidad de vida y trabajamos la conciencia corporal que nos capacita para escuchar y entender lo que nos transmite el cuerpo.

¿Qué trabajamos?

Aprendemos a diferenciar la musculatura dinámica de la estabilizadora, qué partes moviliza y cuáles mantiene fijas. Qué energía mínima necesitamos para mantenernos de pie, en equilibrio o en movimiento. 

Aprendemos a escuchar el cuerpo que nos avisa por cansancio, sed o hambre, frío o calor, cuando nos marea, se ahoga o el corazón se acelera... así podemos anticiparnos y evitar ese momento de no retorno que nos lleva a la fatiga, el dolor o la rotura muscular. 

Aprendemos a ejercitar la propiocepción, el equilibrio, la flexibilidad, la relajación y el silencio en un entorno privilegiado, el bosque de La Serra de Galliners. 

Repasamos conscientemente los movimientos de tracción y contrarotación, integrándonos con la respiración y la postura que nos pide la buena práctica de la marcha nórdica.